Los quemadores y el proceso de la combustión. La boquilla en el quemador
El propósito principal de un quemador es generar la energía en forma de calor al sistema donde esté instalado. El quemador se encarga de intervenir directamente en el proceso de la combustión y es el equipo mecánico destinado a generarla. Sucede que la combustión es, sin lugar a dudas, el proceso de transformación de energía que más se utiliza hasta hoy en todo nuestro Planeta para generar calor. Y a la vez el proceso de la combustión es el mayor contaminante atmosférico y causante del calentamiento global.
Hasta el día de hoy se han ido realizando avances tecnológicos para mejorar la eficiencia y reducir, mitigar, el efecto nocivo de la combustión, pero a pesar de todos nuestros avances en las distintas ramas de la ciencia, algunos que nos asombran, aún no se ha encontrado una forma barata, limpia y eficiente de generar calor mediante la combustión.
Entre los principales contaminantes de la combustión está el gas CO2 y desfavorablemente para todos, la relación entre la masa de combustible quemado y el gas desprendido es de consideración, la naturaleza no lo diseñó diferente y cada vez que se quema 1 kg de combustible fósil, se emiten más de 2 kg de CO2 a la atmosfera.
Por otra parte las cantidades de hidrocarburos fósiles que se destina a quemar son enormes. Más adelante se destacan en rojo. Así que son los quemadores los dispositivos que están en el centro de esta desagradable problemática de la humanidad donde intervienen la sostenibilidad, el desarrollo y la vida de todos. Concluimos que:
Saber de quemadores, que hacen y como operarlos bien, es de suma importancia.
La selección correcta de un quemador toma en cuenta la potencia que tendrá que desarrollar, el tipo de combustibles a quemar, el diseño y las dimensiones de la cámara de combustión donde funcionará. La eficiencia de un quemador puede ser considerada desde dos puntos de vistas: primero, la energía que hay que suministrarle para asegurar una buena atomización del combustible y que pueda desarrollar su potencia nominal y segundo, el nivel de atomización del combustible líquido que es capaz de garantizar a plena capacidad. En la medida que el quemador garantice inyectar el combustible dentro de la cámara de combustión con diámetros de partículas más pequeñas, finas, micrométricas, se requerirá una menor cantidad de aire para realizar la combustión y la temperatura de salida de los gases será menor, lo que significa menos energía perdida y expulsada a la atmósfera.
La boquilla es un dispositivo que forma parte del quemador y está colocado en el extremo que penetra dentro de la cámara de combustión del horno o caldera, por lo que está sometida a un régimen agresivo, caracterizado por la alta turbulencia, temperatura, hollín y gases corrosivos.
A pesar de estas condiciones severas, su trabajo es el de realizar la atomización del combustible correctamente, pulverizarlo en partículas finas o nieblas, forzándolo en un movimiento dinámico de rotación para buscar el intimo contacto entre las pequeñas partículas (entre 10 y 100 µ) y el oxígeno del aire, favoreciendo la reacción de la combustión. Hay que prestar especial atención a este dispositivo, pues la gran mayoría de las boquillas en operación no logran gotas de partículas inferiores a 80 µ, valores que empiezan a favorecer una combustión ineficiente. Se admite como un buen atomizador aquel que produce más del 85 % de las gotas con diámetro inferior a 50 µ.
Su eficiencia está en asegurar todo el tiempo que estas condiciones de sean constantes y garantizar la combustión. Diríamos que es el corazón del quemador.
Llegamos a una conclusión idéntica a la anterior respecto a los quemadores:
Entonces saber de boquillas o toberas de atomización (pulverización), que hacen y como operarlas bien, es de suma importancia.
Se comprenderá que es un componente muy sensible, pequeño, pero soporta sobre sus hombros una gran responsabilidad, a pesar de realizar su trabajo en condiciones extremas.
A través de las boquillas de los quemadores pasan millones de toneladas de combustible líquido y gaseoso que se alimentan a las Calderas de las Termoeléctricas, Calderas de Vapor instaladas en las industrias, Calderas de Agua Caliente, Generadores de Calor instalados en los Edificios, en localidades, en los consumidores domésticos, etc.
Para tener una idea en el año 2010 el consumo mundial de Fuel-Oil fue de 4028.1 millones de toneladas y de Gas Natural 2858.1 millones de toneladas. Refiriéndonos al Fuel Oil, podemos aproximarnos a la verdad sin temor diciendo que todo esa energía química almacenada se destinó a la combustión para generar potencia o calor, en Hornos, Calderas y en Motores de Combustión Interna. Refiriéndonos ahora al Gas Natural, la mayor cantidad de su energía se quema para generar calor, potencia. Una pequeña parte se destina a la industria como materia prima, fuente para la producción de hidrógeno y otros productos petroquímicos, pero la gran mayoría se quema y todas estas cantidades de líquido o gas, pasan por boquillas o toberas de atomización.
En cada una de las aplicaciones el combustible tiene que fluir en el quemador, alcanzar la boquilla o tobera y pulverizarse. Y esa es la razón que tenemos para dar prioridad relevante al proceso de facilitar los conocimientos técnicos, la experiencia acumulada y las buenas prácticas sobre este pequeño pero universal dispositivo mecánico, la boquilla o tobera de atomización, que tiene bajo su responsabilidad ser un fiel amigo de la naturaleza cuando aseguramos que funcione óptimamente, y que por el medio agresivo en el que trabaja requiere de suma atención de las personas que estamos relacionadas con la selección, la operación, el mantenimiento y el control de los sistema energéticos.
Por ser un dispositivo pequeño, las dimensiones que definen su estructura son también pequeñas, de unidades milimétricas, al igual que los conductos por donde se inyecta o retorna el combustible. Cómo tiene que garantizar una dinámica de flujo pre-establecida y en ritmo con la aplicación donde funcionará, necesita que las superficies interiores de las ranuras por donde circulará el líquido o gas estén pulimentadas, no presenten rugosidades, que las dimensiones circulares sean simétricas, que los conductos de circulación del combustible o gas se mantengan limpios durante la operación y no obstruyan el paso del líquido o del gas o distorsionen su movimiento pre concebido.
Por lo anterior tenemos que aprender a tratar a las boquillas de atomización durante todo su ciclo de vida, desde que nos comprometemos en un proyecto que tiene relación con la generación de potencia y calor y para ello requerimos de los quemadores de combustibles y gas. Aunque los inyectores en las bombas de combustibles y de los carburadores de los Motores de Combustión Interna tienen igual peso en los procesos de combustión y muchas de estas experiencias son aplicables en común, en este artículo nos referiremos a las boquillas que forman parte de los quemadores industriales y domésticos.
Si quieres conocer más sobre este decisivo dispositivo que decide la eficiencia de la combustión. visita nuestra web www.energianow.com y principalmente el artículo "Boquillas de Atomización. Quemadores".
Gracias,
René Ruano Domínguez
info@energianow.com
www.energianow.com
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